LA IMPORTANCIA DE RESPIRAR BIEN
Respirar bien es saludable y para hacerlo tenemos que mantener despejada la nariz. De hecho, esta ejerce la importante función de filtrar, calentar y humidificar el aire y es fundamental para mantener sanos los bronquios y los pulmones. Además, cuando se tiene la nariz tapada (congestión nasal) el organismo recibe menos oxígeno, no se perciben los olores, se está menos protegido contra las infecciones y se experimentan grandes molestias durante las actividades cotidianas y las horas de sueño.
¿POR QUÉ SE TAPA LA NARIZ?
Cuando los virus, las bacterias y las sustancias irritantes o alergénicas agreden la mucosa nasal se desencadena una respuesta inflamatoria que causa la congestión nasal. Entre los mecanismos de defensa que se ponen en acción encontramos la producción de una mayor cantidad de moco y de algunas sustancias (por ejemplo mediadores de la inflamación, como la bradiquinina) que crean condiciones desfavorables para los agresores. Para hacer todo esto la mucosa necesita recibir una gran cantidad de sangre de los capilares que, en consecuencia, se dilatan. Esto hace que la mucosa se hinche, produciendo la sensación de nariz tapada. Además, de los capilares dilatados sale una abundante cantidad de líquidos que, junto al moco producido en exceso, empeora la situación creando una mayor dificultad para respirar libremente. Los síntomas típicos de la obstrucción nasal no son nada más que la reacción fisiológica de defensa de la mucosa. Esto debe hacernos reflexionar. Si obstaculizamos estos sistemas de defensa nos arriesgamos a dejar al organismo sin armas frente a las agresiones.